El día que Blogia puso un Banner
No quiero odiar a los banners, pero el atragantado mundo del marketing on line se las ha arreglado para llevarme por ese camino. Claro, la culpa no es del banner sino del que le da de comer. O mejor aún: de aquel al que el banner le da o debería dar de comer. Pero incluso en ese caso, es de él la culpa?
La culpa es mía
Como diría el más desgarrador de los boleros: "la culpa es mía".
Veamos el caso de Blogia, que es el que me puso a escribir. El día que me registré para empezar a usar el servicio, me sorprendió observar que además de contar con un sistema de calidad como el que hoy ofrece, nadie me presionaba a tener un banner en el top de mi weblog, o un pop up que se abriría de la forma más insolente, cada vez que uno de mis usuarios refrescara su navegador.
Poco tiempo después (menos de dos semanas creo), Roberto, hombre detrás del proyecto Blogia, posteó el siguiente mensaje en el foro de Blogia:
"Administrar Blogia me está empezando a llevar demasiadas horas de mi tiempo libre y también me cuesta dinero".
Imaginen lo que venía a continuación:
"Necesito saber si sería mucho inconveniente que los blogs mostraran en la parte superior un banner. Sería de los de Google, de diseño muy simple, como los que tiene actualmente Infoaragon".
Pero no todo estaba dicho. El mensaje seguía así:
"Además me gustaría dar la opción a los que no quieran mostrar ese banner de hacer un micropago mensual para eliminarlo, de entre 90 céntimos y 1 euro (1-1,20 dólares). Este pago no tendría porqué hacerlo el que escribe
el weblog, sino que podría hacerlo cualquier visitante."
Aún no había leído el post que cité más arriba, cuando me enteré por Mr. Banner de Google, en el top de mi Weblog (Disfrute Webconfort), que la pregunta de Roberto ya era una realidad.
Ingresé rápidamente al sitio de Blogia en busca de una explicación y encontré este otro mensaje:
"He añadido ya los banners, con la opción de eliminarlos si quereis. Se pueden controlar los colores, que coinciden con el de los links del weblog, el texto y el fondo de los artículos. La configuración estándar muestra el banner en grises para que "moleste" menos".
No deja de ser un "gran gesto" el hecho de que Roberto, de la forma más amigable que pudiera uno esperar, dejara la
posibilidad de que los usuarios administráramos el formato del banner, de modo que el diseño del Weblog no entrara en pánico. Fue más generoso aún al dejar también la posibilidad de que decidamos si queremos mantener o no el banner en nuestro Weblog.
Por mi parte quiero que en mi Weblog (Un espacio que me define y representa) solo se muestren piezas de
publicidad coherentes con el contenido, el diseño y, más importante aún, con mi espíritu. Y esto básicamente tiene que ver con el mismo principio por el cual,ninguno pocos de nosotros aceptaría colgar un cuadro en su living por petición de nuestro vecino.
Pero la culpa no es del banner, ni mucho menos de Roberto, que ha dedicado cientas o miles de horas a montar Blogia. En el mejor de los sentidos la culpa es mía, del blogero de al lado mío y del otro que está dos weblogs más allá; de los de aquí del barrio y de los de toda la blogosfera.
Tecnología, libertad y responsabilidad
En los Weblogs, más que en cualquier otro medio digital (y mucho más que en otro tipo de medios), queda demostrado que somos los propios usuarios los que definimos el espacio que habitamos. Desde ese espacio podemos hablar al igual que desde cualquier otro medio de comunicación "profesional" (Entre comillas), más pequeño, sí, ínfimo, quizá, pero regado de toda la libertad que seamos capaces de permitirnos.
Cuánto cuesta en Blogia tener esa libertad? Es gratis. Cero peso, peseta, Euro, dólar. Pero como todos o muchos de nostros sabemos que ningún proyecto de estas características se sostiene sin el apoyo ni compromiso de la red que lo sustenta y lo conforma, Blogia sugiere a sus usuarios que realicen un aporte voluntario de un Euro al mes.
En mi caso es difícil aportar desde mi país vía sistema de micropago, pero ya me estoy moviendo para acercar mi aporte por otro camino. Y aunque Blogia todavía hoy me da la posibilidad de no tener que mostrar un banner en mi Weblog, prefiero ser yo el que le de la posibilidad a mi Weblog de mantenerse tal cual quiero que sea.
Respecto de Blogia, basta considerar que la forma en que cada uno de nosotros enfrente esta situación, definirá como se seguirá modelando esta red. Pero eso, claro está, es una decisión de cada uno.
La culpa es mía
Como diría el más desgarrador de los boleros: "la culpa es mía".
Veamos el caso de Blogia, que es el que me puso a escribir. El día que me registré para empezar a usar el servicio, me sorprendió observar que además de contar con un sistema de calidad como el que hoy ofrece, nadie me presionaba a tener un banner en el top de mi weblog, o un pop up que se abriría de la forma más insolente, cada vez que uno de mis usuarios refrescara su navegador.
Poco tiempo después (menos de dos semanas creo), Roberto, hombre detrás del proyecto Blogia, posteó el siguiente mensaje en el foro de Blogia:
"Administrar Blogia me está empezando a llevar demasiadas horas de mi tiempo libre y también me cuesta dinero".
Imaginen lo que venía a continuación:
"Necesito saber si sería mucho inconveniente que los blogs mostraran en la parte superior un banner. Sería de los de Google, de diseño muy simple, como los que tiene actualmente Infoaragon".
Pero no todo estaba dicho. El mensaje seguía así:
"Además me gustaría dar la opción a los que no quieran mostrar ese banner de hacer un micropago mensual para eliminarlo, de entre 90 céntimos y 1 euro (1-1,20 dólares). Este pago no tendría porqué hacerlo el que escribe
el weblog, sino que podría hacerlo cualquier visitante."
Aún no había leído el post que cité más arriba, cuando me enteré por Mr. Banner de Google, en el top de mi Weblog (Disfrute Webconfort), que la pregunta de Roberto ya era una realidad.
Ingresé rápidamente al sitio de Blogia en busca de una explicación y encontré este otro mensaje:
"He añadido ya los banners, con la opción de eliminarlos si quereis. Se pueden controlar los colores, que coinciden con el de los links del weblog, el texto y el fondo de los artículos. La configuración estándar muestra el banner en grises para que "moleste" menos".
No deja de ser un "gran gesto" el hecho de que Roberto, de la forma más amigable que pudiera uno esperar, dejara la
posibilidad de que los usuarios administráramos el formato del banner, de modo que el diseño del Weblog no entrara en pánico. Fue más generoso aún al dejar también la posibilidad de que decidamos si queremos mantener o no el banner en nuestro Weblog.
Por mi parte quiero que en mi Weblog (Un espacio que me define y representa) solo se muestren piezas de
publicidad coherentes con el contenido, el diseño y, más importante aún, con mi espíritu. Y esto básicamente tiene que ver con el mismo principio por el cual,
Pero la culpa no es del banner, ni mucho menos de Roberto, que ha dedicado cientas o miles de horas a montar Blogia. En el mejor de los sentidos la culpa es mía, del blogero de al lado mío y del otro que está dos weblogs más allá; de los de aquí del barrio y de los de toda la blogosfera.
Tecnología, libertad y responsabilidad
En los Weblogs, más que en cualquier otro medio digital (y mucho más que en otro tipo de medios), queda demostrado que somos los propios usuarios los que definimos el espacio que habitamos. Desde ese espacio podemos hablar al igual que desde cualquier otro medio de comunicación "profesional" (Entre comillas), más pequeño, sí, ínfimo, quizá, pero regado de toda la libertad que seamos capaces de permitirnos.
Cuánto cuesta en Blogia tener esa libertad? Es gratis. Cero peso, peseta, Euro, dólar. Pero como todos o muchos de nostros sabemos que ningún proyecto de estas características se sostiene sin el apoyo ni compromiso de la red que lo sustenta y lo conforma, Blogia sugiere a sus usuarios que realicen un aporte voluntario de un Euro al mes.
En mi caso es difícil aportar desde mi país vía sistema de micropago, pero ya me estoy moviendo para acercar mi aporte por otro camino. Y aunque Blogia todavía hoy me da la posibilidad de no tener que mostrar un banner en mi Weblog, prefiero ser yo el que le de la posibilidad a mi Weblog de mantenerse tal cual quiero que sea.
Respecto de Blogia, basta considerar que la forma en que cada uno de nosotros enfrente esta situación, definirá como se seguirá modelando esta red. Pero eso, claro está, es una decisión de cada uno.
2 comentarios
Christian Van Der Henst S. -
jlori -