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Accesibilidad vs. Usabilidad

Me acaba de llegar vía mi amigo "El Guaica", el artículo "Dando "palos de ciego" con la accesibilidad", escrito por Javier Cañada y publicado en su blog Terremoto.net.

El articulo se basa en las conclusiones obtenidas por Henrik Olsen, en otro artículo que puede leerse en GUUUI: "Accessibility humanized A user centred approach to web accessibility".

Me gusta el enfoque y la idea de fondo, al plantear que la "Moda de la accesibilidad" ha provocado una preocupación mayor por las pautas o guías de diseño accesible, y un alejamiento sistemático de los usuarios y sus necesidades. De alguna manera, este principio se podría sinteizar en el hecho de que, en la "moda de la accesibilidad", las pautas han reemplazdo a los usuarios.

Esta peocupación parte de un ejercicio realizado por el propio Olsen, en el que se detectó que un usuario ciego y un consultor especializado en temas de accesibilidad, tenían impresiones diferentes respecto de la experiencia de usuario entregada por un mismo sitio Web.

Concuerdo con esta perspectiva. La he visto y he vivido de cerca también, en desarrollos de sitios web accesibles en los que no había capacidades ni tiempos para hacer testeos, y las validaciones de accesibilidad se limitaron a cumplir con las pautas de la WAI. Sin embargo me gustaría hacer algunas distinciones que fueron omitidas, voluntariamente ami juicio, por el propio Olsen y por Javier Cañada, al retomar sus dichos y visión.

ACCESIBILIDAD = USABILIDAD?

NO. Existe una confusión generalizada entre "accesibilidad" y "usabilidad", a la cual Olsen echa mano para jugar con la idea de que lo "accesible" no es necesariamente "usable". Este es el principio que rige el ejercicio de Olsen al poner un especialista que evalua objetivamente un sitio y otro (un usuario ciego) que lo hace desde su experiencia subjetiva. En este ejercicio ambas zonas se confunden y da la impresión de que, mientras "el especialista" evalua accesibilidad en base a pautas, "el usuario" la evalua en base a su experiencia, personal y única. Accesibilidad no es igual a usabilidad.

Veamos un ejemplo. Dos imágenes pueden tener su correspondiente "etiqueta ALT" (Para tomar un ejemplo cliché), pero la forma en la cual se comente el contenido de la imagen residirá el nivel de satisfacción del usuario.

Salvada esta diferencia entre accesibilidad y usabilidad, me gustaría ir a un segundo aspecto. Las evaluaciones de las pautas de accesibilidad mediante softwares automáticos son limitadas, y esto no es una novedad. Incluso las propias pautas se ocupan de especificarlo al recomendar complementar las validaciones con evaluaciones manuales, basadas en criteros específicos que no viene al caso mencionar.

Sin duda, ninguna de estas dos evaluaciones resolverá problemas de usabilidad y esta es la diferencia entre los problemas detectados por cada uno de los evaluadores, en el ejercicio de Olsen.

USUARIOS O SOBREVIVIENTES

Los usuarios ciegos (son aquellos con los que más he trabajado, en mi caso en particular), tienden a desarrollar después de un tiempo, un instinto de superviviencia que les permite moverse en la Web, entre páginas accesibles e inaccesibles con bastante soltura y facilidad. Obviamente esto varía de caso a caso.

Por eso no soprende escuchar, o leer, que un usuario ciego se vea más limitado en muchos casos, por problemas de "Usabilidad" antes que de "Accesibilidad". O, para referirnos al ejercicio de Olsen, que un usuario ciego encuentre "trabas" diferentes, en una misma Web, de las que encuentra un consultor especialista.

PAUTAS SI O NO

Pero como las competencias entre los diferentes usuarios ciegos son variables, es probable que otro usuario ciego, no hubiera podido pasar del encabezado de la primera página, si esta no hubiera tenido, por ejemplo, un frame debidamente etiquetado. En este segundo caso, seguramente el usuario ciego se hubiera encontrado con problemas similares a los que encontró el consultor especializado.

Por esta razón, y a quí me distancio un poco de los énfasis en el artículo de Javier Cañada, prefiero decir SI a las pautas de accesibilidad, sin por eso creer que uno está salvando al mundo.

Veamos porqué:

- Son medidas preventivas y correctivas, según el caso y ayudan y ayudarán a lograr estándares básicos. Es decir, permitirán achicar el "umbral" de dificultades.
- Ayudan a mejorar la experiencia del usuario (Hablo de personas ciegas en este caso), aunque no la gantizan, resolviendo al menos los problemas más básicos.
- Son una herramienta masiva y de acceso público y gratuito. Pueden ser aplicadas por personas y no solo por empresas o "consultores". Esta potencialidad es clave para entender cómo puede propagarse un estándar y el caso de los Weblogs es paradigmático en este sentido.
- Son del año 99 pero se actualizan permanentemente.
- Seguramente un sitio accesible será más usable que la misma versión del sitio que no valida los test de accesibilidad.

CONOCER LOS MEDIOS Y A LOS USUARIOS

Pero es cierto. Las pautas no alcanzan ni son la única herramienta o técnica para entregar una experiencia de usuario satisfactoria. Aquí me sumo al grito de Javier Cañada y de Olsen, para que en aquellos casos en los que sea posible, se recurra a otro tipo de técnicas (Teteos, evaluaciones, etc.) que permitan profundizar el conocimiento de la experiencia de nuestros usuarios en torno al sitio.

Está claro que hay muchos recobecos donde "las pautas" son incapaces de entrar y allí es imprescindible "observar" y "Escuchar" al usuario.

Mientras tanto, no creo que sea bueno alinearse en la columna de los "detractores" ni en la de los "Evangelizadores" de las pautas. En mi opinión, creo que lo mejor es combinar varias técnicas/herramientas, en diferentes fases, en orden a a sensibilizar la "complejidad de la experiencia" de nuestros usuarios.

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